Que soy un auténtico adicto a las compras, creo que no es ningún secreto. Ésta tarde he ido al centro comercial a hacer la compra semanal, y no me he podido resistir a pasarme por una tienda de ropa y probarme, al menos, tres modelitos de camisetas. Y de paso echar unas fotos para compartir en éste blog (a pesar de no ser nada aficionado a fotografiarme en probadores).
Soy muy selectivo comprando ropa, debido sobre todo al exceso de ropa que tengo, y si algún diseño no me queda bien, o no me llama lo suficiente la atención, ahí se queda, en la percha. Llevo varios meses (desde enero que compré dos camisas, por tener ropa menos informal), y creo que estoy consiguiendo liberarme de estas malas costumbres, y de paso ahorrarme algunos euros, bien sea para permitirme un viaje o un concierto.
Ambos modelos son una talla 40, los cuales me quedan justos, pero no incómodos. Se adaptan a mi cuerpo. El primero es en color azúl. Tengo malas experiencias con este color; desde manchas de lejía a desgastes por el contínuo lavado...
En la segunda foto, una camiseta en color blanco, ideal para el veranito que ya llega. Combina con casi todo, especialmente con azúl-rojo y derivados como el violeta, lila, rosa, fúcsia, ademas de los tonos néutros, como el blanco, negro, gris, marrón, etc... Y bueno, sobre el tercer modelo, he de decir que me quedaba apretadito para ser una 40, y que a pesar de ser el modelo más chulo y vistoso, es un color que atrae bastante el calor, por lo que con las altas temperaturas que sufrimos en el sur en épocas estivales es un suplicio colocarse una prenda de tonos oscuros, por lo que lo usaría como prenda debajo de chaqueta, o para primavera-otoño.
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