domingo, 27 de septiembre de 2009

¿Realmente es necesario?

He encontrado un texto de estos de cadenas de mensajes que rulan por redes sociales y cuentas de correo, que creo que merece la pena citar. Vivimos en una sociedad de consumo, y muchas veces expuesta de forma indirecta al stress de la rutina, y lo que es peor... la presión que ejerce la publicidad sobre las personas, llegando a crear nuevos hábitos y costumbres sin saber si es necesario, o una simple "moda".

“Dicen que todos los días tenemos que comer una manzana por el hierro y un plátano, por el potasio. También una naranja, para la vitamina C, medio melón para mejorar la digestión y una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes.

Dicen que todos los días hay que tomar dos litros de agua.Todos los días hay que tomarse un Activia o un Yogur para tener ‘L. cassei defensis’, que nadie sabe qué es, pero parece que si no te tomas un millón y medio todos los días, empiezas a ver a la gente borrosa.

Cada día una aspirina, para prevenir los infartos, más un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro de vino blanco, para el sistema nervioso.. Y uno de cerveza, que ya no me acuerdo para qué era. Si te lo tomas todo junto, por más que te dé un derrame ahí mismo, no te preocupes pues probablemente ni te enteres.

Todos los días hay que comer fibra. Mucha, muchísima fibra. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo, sólo en comer se te van como cinco horitas.

Ah, después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Activia y la fibra los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dental, masajeador de encías.

Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar varias horas por día ahí adentro.

Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te agarre algún imprevisto. Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora (dato por experiencia: a los 15 minutos regresa, si no la media hora se te hace una).

Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo. Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios y algún artículo de revista, para contrastar la información. ¡Ah!, hay que tener sexo todos los días, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción. Eso lleva su tiempo.

También hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te digo si tienes perro u otra mascota… ¿hijos?

En fin, a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias. La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: Te duchas con agua fría y con la boca abierta así te tragas los 2 litros de agua.

Mientras sales del baño con el cepillo de dientes en la boca le vas haciendo el amor de pié a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta, mientras barres. ¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos…y a tus padres! Tómate el vino. El yogur con la manzana te lo puede dar tu pareja mientras se come el plátano con el Activia y aldía siguiente, al revés.¡

Úuuuf! Pero si te quedan 2 minutos, reenvíale esto a los amigos (que hay que regar como las plantas) mientras tomas una cucharadita de All Bran, que hace muy bien…Y ahora te dejo porque entre el yogur, el medio melón, la cerveza, el primer litro de agua y la tercera comida con fibra del día, necesito un baño urgentemente. Ah, voy a aprovechar y me llevo el cepillo de dientes!”


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