El pasado sábado me quedé en casa trabajando en unos apuntes, y a eso de las once la noche, me decidí a poner la tele un rato. No suelo ver la tele los sábados por la noche desde hace algún tiempo, y me topé con un "especial" de La Noria, sobre la archi-conocida Violeta Santander.
No voy a poner el video que hay en YouTube, pues sería darle más publicidad a esta señora y su lamentable show-espectáculo semanal basado en gritos, insultos y agresiones. Hacía tiempo que no sentía tanta vergüenza ajena estando sentado en el sofá.
Se pudo oír de todo, desde "friki" (es lo más suave), hasta falangista, impostor, sinvergüenza, todo ello aderezado con gritos estridentes, sumados a los gritos del presentador, y a un Jorge Javier Vázquez, que lejos de mostrar su sentido común y alejarse de la imagen que nos estuvo dando en el "Tomate", vuelve a demostrar que lo único que le importa a este señor es sembrar la polémica, aunque no tenga sentido hacerlo, fomentar el morbo, las agresiones y de paso, arañar un puntito de audiencia.
Ya es la cuarta intervención de esta señora en este mismo programa, y no es de extrañar una quinta. Esta señora es la estrella de los sábados en Telecinco, y a pesar del fútbol, que siempre saca buenas audiencias, fué la segunda opción más vista de la noche.
Quizás parezca radical, pero creo que deberían estar prohibido todo aquello que hace negocio con instintos tan basicos como el placer sexual o las agresiones. No beneficia a nadie este circo, bueno quizás sí, económicamente a la protagonista de esta entrada, pero no creo que diga lo mismo dentro de unos años.
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