Siempre, en cualquier despensa, están los alimentos que solemos consumir con mucha frecuencia, otros que tomamos habitualmente, otros esporádicamente, y un buen pellizco de ella se lo llevan los "caprichillos" como puede ser el chocolate, o una bolsa de palomitas, por ejemplo. Luego están los articulos de oferta, aquellos que nos decidimos a probar sólo porque su precio era asequible, o porque nos apetece probar sabores nuevos.
Algo así es lo que me ha ocurrido esta semana en casa. Una caja de "Café Vienés" llevaba deambulando meses y meses, hasta que ayer se me ocurrió echar un ojo a la fecha de caducidad, algo todos deberíamos hacer de vez en cuando, y no solo con la comida. Me esperaba cualquier cosa antes que esto: un delicioso café en su punto justo, ni dulce ni salado, ni amargo ni goloso, con mucha espuma y un punto de sabor a chocolate que lo hace increiblemente delicioso, especialmente recomendable para ese café que tomamos antes de dormir, que nos relaja y nos deja la tripa calentita antes de coger el sueño.
De textura muy parecida al típico Capuccino, en realidad es la mezcla simplificada de Café y Cacao, o lo que sería muy parecido, mezclar Nescafé Classics y Nesquick Instantáneo. Hace años había un producto muy parecido a esto que comento: Nescafé Mix. Lástima que sólo durara unos pocos años en las estanterías del super.
Y aunque lo pueda parecer, Nesté no me paga ni un céntimo de euro por esto. x)
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